Protecting the Awajún legacy protects the rainforest
Indigenous peoples represent just over 6.2 % of the world’s population but they protect 80% of our planet’s biodiversity (Organización de Naciones Unidas (ONU) – United Nations (UN)).
Peru has the second largest portion of the Amazon rainforest in the world (after Brazil) and ranks ninth in total forest cover globally (Ministerio del Ambiente (MINAM) – Ministry of Environment).
Within this enormous wealth of forest, is the town of Huaracayo, inhabited by almost 600 people from the Awajún Indigenous people who have decided, together with Cool Earth, to form a brigade of forest monitors as part of the Rainforests Labs project. This team aims to protect and improve the management of its territory, composed of more than 1800 hectares of forest threatened by activities such as illegal logging, forest fires, and land grabbing.
At 53 years old, Abelardo is a father of 10 sons and daughters and one of the six monitors leading this project. Cacao producer and fish farmer, he is committed to safeguarding the future of his children, especially the youngest. “We support the study, don’t delay it. Before, we did not worry so much, but now the defense is the study and training to take care of the ancestral”, he tells us.
As part of the Rainforest Labs project, Abelardo and all the forest monitors have received technological tools and are in the process of training and support to monitor the Huaracayo forest through satellite images. “We want to take care of the forest to maintain the environment so that it is good (…). The forest and large trees take care of the virgins [sacred spirits] and the purmas [lands never invaded]. The biggest trees bring us wind and water. That’s why here we don’t need water to irrigate, it permanently rains and with that water we irrigate. That’s why we take care of the forest,” he says.
Abelardo explains that, in the town, thanks to these conditions his community can develop fish farming and cacao production activities, “Before there was nothing like this, but Cool Earth gave us induction and training (…). Now I have 700 paco fish and I also have more tilapia for food and cocoa that we sell every 20 days (…) so we can maintain education, health and food”.
Convinced that his role in this brigade can benefit his community and support cacao farmers and fish farmers, he shares his motivation: “I became a forest monitor to take care of our territory, to take care of our heritage (…) to take care that they do not remove the timber resources. That’s why we want to take care of our forest so that it is not touched. I hope to learn the work of conserving the forest. It is important to maintain people’s land and each of us who have plots. Now, we organise ourselves so that what we need is not delayed.”
Let’s continue supporting the work of Abelardo and the forest monitors for their entire community: donate here.
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Proteger la herencia Awajún es proteger el bosque
Lo pueblos indígenas representan poco más del 6,2 % de la población mundial; pero resguardan el 80% de la biodiversidad de nuestro planeta.
Perú, es el segundo país con mayor extensión de bosques amazónicos en el mundo (después de Brasil) y el noveno país en el planeta en extensión de bosques en general2.
En medio de esta enorme riqueza, se encuentra el centro poblado de Huaracayo, habitado por casi 600 personas del pueblo indígena Awajún que han decidido, junto a Cool Earth, conformar una brigada de monitores forestales como parte del proyecto “Laborato Forestal”. Este equipo tiene como fin resguardar y mejorar la gestión de su territorio, compuesto por más de 1800 hectáreas de bosque amenazado por actividades como tala ilegal, incendios forestales y usurpación de tierras.
A sus 53 años, Abelardo es padre de 10 hijos e hijas, y uno de los seis monitores que lideran este proyecto. Productor de cacao y piscicultor, apuesta por el futuro de sus niños y niñas, sobre todo de los más pequeños. “Nosotros apoyamos el estudio, que no se retrasen. Antes no nos preocupábamos tanto, pero ahora la defensa es del estudio y de la capacitación para cuidar lo ancestral”, nos comenta.
Como parte del proyecto “Laboratorio Forestal”, Abelardo y todos los monitores forestales han recibido herramientas tecnológicas y se encuentran en un proceso de capacitación y soporte para vigilar a través de imágenes satelitales el bosque de Huaracayo. “Queremos cuidar el bosque para mantener el ambiente, para que este bueno (…). El bosque y los árboles grandes cuidan a las vírgenes (espíritus sagrados) y las purmas (terrenos nunca invadidos). El árbol grande nos trae viento y agua. Por eso, aquí no consumimos agua para regar, permanentemente llueve y con esa agua regamos. Por eso cuidamos el bosque”, nos comenta.
De igual forma, Abelardo nos explica que, en el centro poblado, gracias a estas condiciones, se desarrollan actividades de piscicultura y producción de cacao “Antes no había así, pero Cool Earth nos brindó una inducción y capacitación (…) Ahora tengo 700 peces de paco y allí la tilapia también la tengo más para consumo alimentario y el cacao también le vendemos cada 20 días (…) así nosotros podemos mantener educación, salud y alimentación”.
Convencido de que su rol en esta brigada puede beneficiar a su comunidad y apoyar a las y los productores de cacao y piscicultores, comparte su motivación: “Me convertí en monitor forestal para cuidar nuestro territorio, para cuidar nuestra herencia (…) para cuidar que no saquen los recursos maderables. Por eso queremos cuidar, para que no sea tocado. Espero aprende el trabajo de conservar el bosque. Es importante mantener al pueblo y a cada uno de los que tenemos parcela. Ahora nos organizamos para que no se retrase lo que necesitamos”.
Sigamos apoyando el trabajo de Abelardo y los monitores forestales para toda su comunidad: [donar aquí]